"El pequeño gran tenor"
Un ave diminuta, con un canto sorprendente.
10 de diciembre de 2019
El Chochín (Troclodytes troglodytes), es una especie residente reproductor muy abundante. De aspecto rechoncho con alas y cola corta y una longitud de entre 9 y 10 cm, se sitúa entre los pájaros más pequeños de nuestra avifauna. El pequeño tamaño, la coloración parda y sus costumbres arbustivas permaneciendo escondido entre los setos, realizando vuelos cortos o caminando por el suelo como un ratón, hacen que a pesar de su abundancia no resulte fácil de ver, pero sí de localizar por su sonoro canto.
Canta durante todo el año. En la época de celo resulta algo más fácil de ver posado en alguna atalaya y reclamando hembras y territorio a los cuatro vientos. Los machos, comienzan en febrero o marzo la construcción de 3 o 4 nidos, y las hembras lo forran con plumas cuando ya han elegido. Pueden realizar de 2 a 3 puestas anuales; una parte de los machos se comporta como polígamos, pudiendo emparejarse con 2 o 3 hembras.
El nido está construido a base de pequeñas hojas, hierbas y musgo; forrado en su interior con plumas, tiene forma esférica con una entrada lateral; situado entre los setos y en cualquier oquedad natural o en construcciones humanas no resulta sencillo de ver, salvo con la llegada del otoño y la caída de las hojas que deja al descubierto algunos de estos característicos nidos.
Fuente: oso de asturias
10 de diciembre de 2019
El Chochín (Troclodytes troglodytes), es una especie residente reproductor muy abundante. De aspecto rechoncho con alas y cola corta y una longitud de entre 9 y 10 cm, se sitúa entre los pájaros más pequeños de nuestra avifauna. El pequeño tamaño, la coloración parda y sus costumbres arbustivas permaneciendo escondido entre los setos, realizando vuelos cortos o caminando por el suelo como un ratón, hacen que a pesar de su abundancia no resulte fácil de ver, pero sí de localizar por su sonoro canto.
Canta durante todo el año. En la época de celo resulta algo más fácil de ver posado en alguna atalaya y reclamando hembras y territorio a los cuatro vientos. Los machos, comienzan en febrero o marzo la construcción de 3 o 4 nidos, y las hembras lo forran con plumas cuando ya han elegido. Pueden realizar de 2 a 3 puestas anuales; una parte de los machos se comporta como polígamos, pudiendo emparejarse con 2 o 3 hembras.
El nido está construido a base de pequeñas hojas, hierbas y musgo; forrado en su interior con plumas, tiene forma esférica con una entrada lateral; situado entre los setos y en cualquier oquedad natural o en construcciones humanas no resulta sencillo de ver, salvo con la llegada del otoño y la caída de las hojas que deja al descubierto algunos de estos característicos nidos.
