¿Sabías que los oseznos se emancipan en torno a los 18 meses de vida?

Algunos continúan junto a sus hermanos hasta la siguiente hibernación

Los osos suelen ser animales solitarios, con la excepción de las agrupaciones formadas por las osas con sus crías, los oseznos hermanos recién independizados y los machos y hembras durante el celo. También se pueden ver en grupo en lugares donde abunda el alimento.

Dentro del primer grupo, en la mayoría de las poblaciones de oso pardo de Europa, el intervalo temporal necesario para sacar adelante con éxito la camada dura un año y medio. Así, las crías de oso pardo cantábrico llegan al mundo en enero, durante el periodo de hibernación -cada osa puede parir de una a tres crías en cada camada-, nacen ciegas y desnudas, con un peso de entre 300 y 400 gramos. Durante los primeros meses de vida permanecen en la osera, donde son amamantadas por su madre. Ya en abril, cuando las crías pesan en torno a los 5 kg, salen a descubrir el lugar donde desarrollarán su vida.

En la primavera, verano y otoño siguientes, la actividad diaria de estos grupos familiares se dedica a la búsqueda de alimento, lactancia, protección y juego (el juego tiene especial importancia para el desarrollo del aparato motor de los oseznos) y durante el invierno el grupo familiar hiberna.

Durante este primer año los oseznos no se han separado de su madre. Al contrario, la han seguido, observado y repetido sus actividades, por lo que han conseguido conocer dónde alimentarse, descansar y protegerse en cada momento. Por eso, después de la segunda hibernación, con 18 meses de vida, los oseznos ya están listos para emanciparse; algunos, eso sí, permanecen junto a sus hermanos hasta finalizar la siguiente hibernación. Su madre, por su parte, comienza un nuevo período de actividad sexual para disponer de su siguiente camada el enero siguiente y comenzar así un nuevo ciclo de 18 meses para criarla.

Foto cortesía de Fomentí

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