¿Sabías que…Molina ha perdido el 25% de su peso durante la hibernación?

A finales de noviembre, los cuidadores de la osa anotaron un peso de 130 kilos mientras que a finales de abril, coincidiendo con la recuperación de la actividad tras la hibernación, su peso era de 96,6 kilos.

En otoño, los osos entran en un periodo de hiperfagia y consumen gran cantidad de alimentos ricos en grasas. Los frutos secos (nueces, bellotas y alguna castaña), junto con la carne y pescado ganan protagonismo en la dieta de nuestras osas con el objetivo de alcanzar las condiciones óptimas para afrontar el letargo invernal.

En torno al 20 de noviembre del año pasado, coincidiendo con unos días muy invernales, la osa Molina ya estaba preparada para iniciar la hibernación. Los cuidadores habían registrado su peso, que prácticamente alcanzaba los 130 kilos, el máximo que tenemos registrado hasta la fecha en periodos pre-hibernación. Comenzaba entonces su letargo en alguna de las oseras naturales que le ofrece su recinto. 

Aunque ya lo hemos comentado en alguna que otra ocasión, durante este periodo los esbardos descienden su ritmo cardíaco desde las 40-50 hasta unas 10 pulsaciones por minuto; el ritmo respiratorio se reduce a la mitad y la temperatura corporal baja en 4 o 5 grados. El oso no come ni bebe y tampoco defeca ni orina. Las reservas de grasa acumuladas en otoño le permite mantener las constantes vitales.  Durante estos meses es normal que en algún momento abandone la osera durante un breve periodo, no en busca de alimento, y se vuelva a guardar.

La duración de este periodo varía cada invierno y depende de varios factores. El estado físico del animal y las condiciones climáticas son los más importantes. A finales de abril, los cuidadores ya han empezado a tener constancia de actividad por parte de la osa y han registrado un peso de 96,5 kilos.

A día de hoy, la tecnología facilita en gran medida el seguimiento de los animales también durante la hibernación. El uso de drones permite conocer detalles de la vida de los osos de forma poco invasiva, respetando su entorno. La Fundación Oso de Asturias quiere agradecer a Roxu Drone División su colaboración en el seguimiento de este periodo.

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