¿Sabías que…la alimentación es la principal medicina de Paca y Molina?

La dieta de las osas varía a lo largo del año

La medicina preventiva es la opción que eligen los veterinarios para tratar a las especies silvestres, entre las que está el oso pardo cantábrico. El motivo es sencillo: mejor prevenir que tener que tratar al animal, puesto que suelen ser difíciles de manejar. En el caso de Paca y Molina, su principal medicina es una dieta equilibrada y adaptada a las necesidades de su organismo en cada momento del año. María Suárez, la veterinaria de las osas, diseña su menú atendiendo a criterios nutricionales.

Alimentación estacional

Las pautas que sigue la veterinaria de Paca y Molina se adecúan al comportamiento de los ejemplares en libertad, que varían la cantidad y la variedad de alimentos en cada estación. En primavera, los osos salen de la hibernación, recuperan poco a poco la actividad y, con ello, van aumentando el consumo de alimentos de forma paulatina. En el segundo trimestre del año los tubérculos y raíces predominan en la dieta de Paca y Molina, que también toman algo de fruta. En verano, la ración va creciendo hasta que llega el otoño, el periodo en el que necesitan mayor ingesta de alimentos en respuesta a las exigencias del organismo. En las semanas previas a la hibernación, la veterinaria pauta una dieta más contundente, con más cantidad de carne, pescado y frutos secos. En invierno, si alguna permanece activa apenas consume algo de carne, pescado y frutos secos. 

Chequeo periódico de salud 

Además de la alimentación, Paca y Molina se someten a controles de heces periódicos. La veterinaria analiza la consistencia, el color y la proporción de los distintos parásitos intestinales presentes de forma natural en el organismo de las osas. Habitualmente, el sistema inmunológico de estos animales favorece el equilibrio de esos “gusanos” intestinales. Pero si se detecta cualquier anomalía, la veterinaria pauta un antiparasitario como tratamiento. 

Análisis de comportamiento, una tarea diaria

Gran parte del esfuerzo por mantener la buena salud de Paca y Molina lo realizan los cuidadores. Ellos son quienes, diariamente, completan una ficha con infinidad de variables: cómo caminan, si su comportamiento es anómalo, cómo tienen el pelo, los ojos…así como un registro de la cantidad de alimentos ingeridos.

Además, la colaboración con científicos de la Estación Biológica de Doñana y estudiantes de la Universidad de Oviedo y otras escuelas formativas permite evaluar el comportamiento de la especie en momentos puntuales. Las conclusiones de estos proyectos permiten conocer mejor el estado de salud de las osas y nos ayudan a profundizar en distintos procesos como la socialización con otros ejemplares. 

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