¿Sabías que… los osos son plantígrados igual que los humanos?
Las manos de un macho adulto pueden superar los 140 mm. de ancho
09 de marzo de 2021
Los osos son plantígrados, lo que quiere decir que apoyan por completo su pie igual que los humanos, y dejan grandes huellas, que resultan fáciles de identificar por su tamaño y porque en ellas quedan impresas las cinco almohadillas digitales y la gran almohadilla plantar. El pie señala el talón y su huella es más larga y estrecha que la de la mano.
Las uñas del oso pardo son más largas y anchas que las de otros osos, y las posteriores son, con diferencia, más cortas que las anteriores. Pueden asir objetos con las manos, a pesar de no oponer los dedos, y sus uñas constituyen excelentes anclajes para trepar y herramientas eficaces a la hora de excavar.
Las huellas de las manos de una hembra cantábrica adulta de tamaño medio tienen un ancho de unos 105 mm., frente a los 98 mm. de sus pies, que tienen una longitud de 165 mm. Por su parte, las huellas de las manos de los machos adultos de mayor tamaño pueden superar los 140 mm. de ancho. Las huellas recuerdan a las del tejón, pero incluso las de los oseznos recién salidos de las oseras en abril o mayo son mayores que las del mustélido (entre 60-65 mm. de los oseznos frente a los 45 mm del tejón).
Al desplazarse, el oso apoya con más firmeza la parte externa de las manos, y las huellas delanteras miran hacia dentro, como si fueran patizambos, mientras que las impresiones del pie son más o menos paralelas al sentido de la marcha.
Los osos pueden erguirse sobre sus patas traseras, lo que les confiere un lejano aspecto humano; sin embargo, apenas pueden caminar unos pasos en posición bípeda y no atacan nunca a sus presas en tal postura: lo hacen a cuatro patas.
09 de marzo de 2021
Los osos son plantígrados, lo que quiere decir que apoyan por completo su pie igual que los humanos, y dejan grandes huellas, que resultan fáciles de identificar por su tamaño y porque en ellas quedan impresas las cinco almohadillas digitales y la gran almohadilla plantar. El pie señala el talón y su huella es más larga y estrecha que la de la mano.
Las uñas del oso pardo son más largas y anchas que las de otros osos, y las posteriores son, con diferencia, más cortas que las anteriores. Pueden asir objetos con las manos, a pesar de no oponer los dedos, y sus uñas constituyen excelentes anclajes para trepar y herramientas eficaces a la hora de excavar.
Las huellas de las manos de una hembra cantábrica adulta de tamaño medio tienen un ancho de unos 105 mm., frente a los 98 mm. de sus pies, que tienen una longitud de 165 mm. Por su parte, las huellas de las manos de los machos adultos de mayor tamaño pueden superar los 140 mm. de ancho. Las huellas recuerdan a las del tejón, pero incluso las de los oseznos recién salidos de las oseras en abril o mayo son mayores que las del mustélido (entre 60-65 mm. de los oseznos frente a los 45 mm del tejón).
Al desplazarse, el oso apoya con más firmeza la parte externa de las manos, y las huellas delanteras miran hacia dentro, como si fueran patizambos, mientras que las impresiones del pie son más o menos paralelas al sentido de la marcha.
Los osos pueden erguirse sobre sus patas traseras, lo que les confiere un lejano aspecto humano; sin embargo, apenas pueden caminar unos pasos en posición bípeda y no atacan nunca a sus presas en tal postura: lo hacen a cuatro patas.
