¿Sabías que… también el bosque vive del oso?
La FOA colabora con la Estación Biológica de Doñana (CSIC) en estudios que permiten determinar cómo los plantígrados contribuyen al buen funcionamiento de los bosques cantábricos
16 de agosto de 2019
Lo habitual es pensar que los osos viven del bosque. Buscan refugio en su espesura y alimentos de los frutos de sus árboles y arbustos. Pero también ocurre al revés: el bosque vive de los osos, ya que estos pueden seleccionar frutos con unas determinadas características, dispersar sus semillas a grandes distancias y facilitar su germinación después de pasar por su tubo digestivo. Todo ello contribuye a la salud y buen funcionamiento de los bosques cantábricos.
En esa línea, la Fundación Oso de Asturias colabora con científicos de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) en la realización de estudios que permiten analizar cómo el oso, así como otros pequeños carnívoros, interaccionan con estos árboles frutales. La FOA facilita la participación en estos trabajos de estudiantes universitarios en prácticas que, entre otras tareas, revisan los frutales y recogen excrementos para su posterior análisis, lo que les permite después determinar de qué forma el oso devuelve al bosque lo que consume.
16 de agosto de 2019
Lo habitual es pensar que los osos viven del bosque. Buscan refugio en su espesura y alimentos de los frutos de sus árboles y arbustos. Pero también ocurre al revés: el bosque vive de los osos, ya que estos pueden seleccionar frutos con unas determinadas características, dispersar sus semillas a grandes distancias y facilitar su germinación después de pasar por su tubo digestivo. Todo ello contribuye a la salud y buen funcionamiento de los bosques cantábricos.
En esa línea, la Fundación Oso de Asturias colabora con científicos de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) en la realización de estudios que permiten analizar cómo el oso, así como otros pequeños carnívoros, interaccionan con estos árboles frutales. La FOA facilita la participación en estos trabajos de estudiantes universitarios en prácticas que, entre otras tareas, revisan los frutales y recogen excrementos para su posterior análisis, lo que les permite después determinar de qué forma el oso devuelve al bosque lo que consume.
