Se activa el protocolo para que Paca y Molina puedan convivir en el monte Fernanchín después del verano

Las circunstancias de estas osas hacen que sea “un objetivo deseable” que contribuirá a su bienestar, según los expertos de la Estación Biológica de Doñana

La Fundación Oso de Asturias ha puesto en marcha el programa de socialización, elaborado según las sugerencias de un equipo técnico de colaboradores (biólogos, veterinarios…), para que las osas Paca y Molina puedan convivir en el monte Fernanchín después del verano; es decir, una vez concluido el proceso de adaptación.

La fundación ha tomado esta decisión después de haber evaluado las conclusiones de expertos de la Estación Biológica de Doñana en las que se afirma que la convivencia de estas osas cautivas es un “objetivo deseable”, dadas sus circunstancias particulares, que contribuirá a su bienestar. Paca vivía sola en el cercado de manejo desde la muerte de su hermana Tola en enero, mientras que Molina se había mantenido hasta ahora en las instalaciones del monte Fernanchín en condiciones de semilibertad.

El objetivo final del proceso es que ambas osas puedan convivir en este cercado, de más de cuatro hectáreas de tamaño, aunque para ello es necesario llevar a cabo el programa de socialización que pasa por una adaptación inicial en el cercado de manejo, elegido por los expertos porque permite una visualización constante de los animales y acceso fácil y rápido si es necesario. Este cercado, construido en 2008, está equipado con instalaciones interiores y divido en tres grandes zonas, con múltiples alternativas en cuanto a la separación o unión de los animales mediante vallas y compuertas. Además, es el que está más alejado del público y, por tanto, el que ofrece una mayor intimidad a las osas para llevar a cabo todo el proceso.

Este protocolo se activó a mediados de junio, momento elegido por ser la época de celo de las osas y, por tanto, cuando son más tolerantes con el resto y menos agresivas. La socialización consta de cinco fases y el paso de una a la siguiente viene determinado por el comportamiento de las osas, del que se está haciendo un seguimiento diario. En la primera, se llevó a cabo una presentación olfativa de las osas mediante el intercambio de material impregnado con el olor de cada una. En la segunda, se procedió al traslado de Molina hasta una de las áreas del cercado de manejo y se mantuvo a Paca en el otro extremo del cercado. Es decir, en instalaciones no contiguas.

La tercera fase, la actual, supone la apertura de las compuertas para que las osas tengan acceso al recinto común; eso sí, aún de forma alternativa, un día cada una, pero ya con contacto visual directo. La cuarta fase supondrá la apertura de todas las compuertas y, por tanto, el contacto directo entre ambas osas, para lo que hay preparado también un protocolo de intervención en caso necesario. La quinta y última fase es la habituación, a la que se habrá llegado cuando Paca y Molina ya realicen su actividad normal y utilicen completamente el recinto.

Una vez superado todo este proceso será el momento de trasladar a las osas al Monte Fernanchín, algo que se estima ya una vez pasado el verano. Se trata de un programa pionero en Asturias que, según apuntan los veterinarios, no persigue “el establecimiento de una relación directa entre los dos ejemplares, sino una cohabitación que les permita tomar decisiones en relación a su entorno, incluido el aspecto social”. Se trata, pues, de procurar a Paca y Molina un mayor bienestar mental mediante su enriquecimiento social y su exposición a nuevos estímulos.

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